El
burnout o síndrome
del quemado es un tipo especial de estrés prolongado que cursa con
agotamiento emocional, frialdad en el trato con las personas y baja autoestima
profesional.
Se
da en trabajos sociales que implican trato con público e importantes exigencias
emocionales en la relación interpersonal.
Los profesionales
donde más se ha estudiado son sanitarios, docentes y policías.
El
mobbing o psicoterror laboral es otro
tipo de estrés prolongado que deriva de la perversión de las relaciones interpersonales
en el trabajo. Se produce cuando un trabajador percibe de forma sistemática que
es el objetivo de acciones negativas de otro u otros trabajadores, en una situación
con dificultades para defenderse de tales actuaciones que tratan de quebrar su
estado psicológico (mobbing: acoso en manada).
El
objetivo del acosador(es) es someter a la víctima a su patrón de conducta o inducirle al abandono del entorno laboral.
Aunque
el ataque psicológico puede provenir de un
supervisor (bossing) o de subordinados
(mobbing vertical ascendente), lo más frecuente es que provenga de compañeros (mobbing horizontal).
Si
el acosador es una sola persona suele tener un desorden de la personalidad de tipo
NARCISISTA PSICOPÁTICA y muestra hipervigilancia y control de su víctima.
En general
se trata de un mediocre profesional con un historial previo de agresiones sistemáticas
(psicópata organizacional). En este
caso el resto de compañeros participan permitiendo su conducta por miedo (manada pasiva).
Las
patologías derivadas del riesgo psicosocial de estrés, burnout o mobbing
se manifiestan también en forma de cuadros ansiosodepresivos más o menos graves.
Esta patología psíquica
no se contempla en el cuadro de enfermedades profesionales del Real Decreto
1995/1978 pero cabe calificarla como accidente de trabajo valorando caso a caso
el nexo causal entre el daño psíquico y trabajo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.